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A los 98 años murió Denis O’Dell productor de cine asociado a la vida de The Beatles

El productor británico de cine, Denis O’Dell, murió a causas naturales esta semana en España a los 98 años.

Arran, hijo de O’Dell, confirmó el deceso de su progenitor  el uno de enero. Declaró que fue causas naturales en su propiedad de Almería, España, el jueves 30 de diciembre.

O’Dell incursionó en el cine desde las década de los 40. Sus primeros trabajos fueron las cintas “It’s A Wonderful World” (1956), “Tread Softly Stranger” (1958) y “The Playboy Of The Western World” (1962).

Estuvo relacionado en múltiples proyectos de The Beatles e incluso llegó a ser mencionado en una de sus canciones.

El productor comenzó su asociación con The Beatles en la década de 1960, cuando los formó parte de los créditos de la película de la banda homónima a su disco A Hard Day’s Night. 

Posteriormente, volvió a trabajar con John Lennon como parte de How I Won The War (1967), la cual protagonizó el compositor.

También trabajaría como parte de The Magic Christian (1969), con Ringo Starr y Peter Sellers.

El productor no se llevó sus memorias, pues las publicó en un libro llamado At the Apple’s Core: The Beatles from the Inside, lanzado en 2003 y en el que detalla su trabajo con la banda y otros asuntos mientras dirigió Apple Films.

Uno de sus últimos créditos en la industria fue el del recientemente estrenado documental The Beatles: Get Back, donde fungió como productor supervisor en los tres episodios que se pueden ver en Disney Plus.

Era un querido amigo de los Beatles, y se ganó un reconocimiento en su canción de 1970 ‘You Know My Name (Look Up The Number)’, loco medley en el que Lennon presenta en broma a Paul McCartney como un cantante de salón llamado Denis O’Bell.

Indiferentes a la alteración de la ortografía (B por D), los fans de la banda tomaron al pie de la letra el título de la canción, localizaron el número personal de O’Dell y lo llamaron a todas horas del día.

Como le explicó Denis al autor Steve Turner: “Había tantas llamadas que mi esposa comenzó a volverse loca. Ninguno de los dos sabíamos por qué sucedía esto de repente. Entonces un domingo, levanté el teléfono yo mismo. Era alguien en LSD que llamaba desde una fábrica de velas en Filadelfia y se mantenía diciendo: ‘Sabemos tu nombre y ahora tenemos tu número. Era todo muy loco”

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