No menu items!

“Blonde”, una mirada necesaria para descubrir a la mujer detrás de Marilyn

Por Roberto Blanco Macor, de la redacción de Remember

“Blonde” es sin dudas la película del año, y no es novedad, desde el momento que se supo cómo sería el proyecto.

Estrenada este miércoles 28 de septiembre en Netflix, luego de varias postergaciones, ya se encamina a ser una de las producciones mas vista de la temporada

Sin embargo, no es una película fácil, aunque tal vez, esa complejidad en su narrativa y como aborda la vida de Marilyn Monroe, la hace intensa e imprescindible para ver.

Es una biopic, pero no lo es tradicional. No es como las exitosas “Rapsodia Bohemia” o “Elvis”, aquí la cronología tiene otros tiempos, y si se quiere ver el brillo y glamour de la vida artística de la diva, cambien de canal.

Ahora, si hay disposición para caminar los laberintos de su vida, la personalidad y los hechos que marcaron su corta existencia de solo 36 años, estarán transitando un camino sinuoso, pero artísticamente bien contado y lleno de momentos que conmoverán.

El debate ya está abierto, porque no todos estarán en la vereda de las felicitaciones a la producción, pero está claro que nadie será indiferente.

Estamos (mal) acostumbrados a biografías que fingen una veracidad que no tienen. Homenajes a sus protagonistas sin claroscuros destinados a fans del mito para aumentar su mitomanía.

“Blonde” está muy lejos de eso, por suerte. Nos muestra otra cara del mito, nos la saca de la pantalla y ese halo de “mujer perfecta”, y que siempre generó esa necesidad de protegerla, un acto que no distinte a mujeres de hombres.

La expone en su mayor crudeza: En el objeto que hizo la industria de ella, en sus padecimientos para llegar a donde llegó, sumado a sus propias oscuridades que no la abandonaron desde niña. Su relación con su madre enferma, su padre ausente, el amor, la maternidad, el sometimiento, las adicciones, la muerte.

Por momento pareciera ser una bandera del “Me Too”, pero no se queda allí.

 

Hay un trazo correcto de alegato feminista sobre la actriz, que denunció el machismo y los abusos que sufrió y que reivindica su figura como una mujer con más talento del demostrado y más inteligencia de la que pudo o le dejaron demostrar.

Eso está, pero no se queda en ese solo discurso. La película es más compleja y se mete en lugares donde nadie se atrevió antes y no lo hace desde una mirada externa: se introduce con las vísceras.

Las mismas que la actriz cubana Ana de Armas expone para sacarle brilló a un papel soñado. Lo defiende a capa y espada. Se podrá decir que a veces su tono de voz lo pierde o lo hace muy ficticio, pero ella se impone a esos detalles poniendo el cuerpo y eso no es literal. Su Marilyn conmueve, convence y soporta estar en escena las 2 horas 45 que dura la producción.

Un párrafo aparte para su director, el neozelandés Andrew Dominik, quien ya había demostrado interesantes habilidades narrativas en sus films anteriores, y ahora es parte de los grandes logros de esta producción.

Con una puesta de cámara muy jugada, casi siempre invadiendo al personaje, casi siendo su respiración, suma una puesta de mucha potencia visual, donde se destacan las secuencias de la infancia de Norma Jean y de momentos icónicos en la carrara de Marilyn.

El personaje es atractivo en todo momentos y la desmitificación de la estrella de Hollywood tiene mucho de su propia mano de realización.

Por momentos nos recuerda a un gran director argentino.

Vamos a ponerlo en contexto: si Marilyn hubiera sido argentina, el film de su vida lo hubiese realizado Leonardo Favio.

Ese estilo de narrativa, con propios toques personales podemos encontrar en Dominik, quien además fue el autor del guión cinematográfico basado en la novela de Joyce Carol Oates .

Otros puntos destacados son la fotografía y la decisión de contar la historia con mixturas secuencias en blanco y negro y en color, donde ambas elecciones tienen mucha fuerza en lo que se quiere narrar.

“Rubia”, es una película de ficción que elige mostrar la vida de Norma Jean en forma diferente y audaz, aunque tiene suficientes elementos de verdad como para que ciertos momentos y personajes sean inmediatamente reconocibles, incluido John F. Kennedy.

En la vida real, Marilyn Monroe se casó con el jugador de béisbol retirado Joe DiMaggio y con el dramaturgo Arthur Miller.

El matrimonio de Monroe con DiMaggio fue ciertamente tumultuoso y a él no le gustaba la atención que ella recibía y trataba de controlarla y de abusar de ella físicamente.

Como se muestra en Blonde, Marilyn Monroe fue feliz con Arthur Miller y la pareja se conoció de forma similar a como lo hicieron en la vida real.

También hay una referencia a los hijos de Charls Chaplin y Edward G. Robinson que la conocieron y fueron, por breves pasajes , sus parejas, aunque no al mismo tiempo como plantea la película.

Si se puede saber, por biografías oficiales, que fueron pasajes de la vida de Marilyn de felicidad sexual, dentro de un contexto de ser usada como objeto. De allí se explica la decisión de ficcionarlo como un trío de amor.

Quedan secuencias muy intensas, polémicas y hasta que se cuestionan si eran necesarias o no, en referencia directa a sus embarazos frustrados, y su relación con JFK, con escenas casi pornográficas en el medio.

Blonde no solo es necesario verla, sino que se anticipa que tendrá por delante una trayectoria de nominaciones y premios que sorprenderá. Gustará o no. Nadie quedará indiferente al verla. Es necesaria.

Artículos Relacionados