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Argentina,1982, comunicado 40 años: Charly García y su hito, “Yendo de la Cama al Living”

Por Roberto Blanco Macor de RRP

Había pasado apenas un mes de los dos conciertos de despedida de Serú Girán en el estadio obras, cuando en abril de 1982 comenzó el conflicto por las Islas Malvinas y Charly García se encerró en los estudios Del Jardín para cumplir con el compromiso de crear la música para la banda sonora del film “Pubis Angelical” de Raúl de La Torre, y toda la crisis y las sensaciones por guerra le llegaron en cuentagotas.

Ese aislamiento también le llevó a pensar que luego de una década de ser parte de grupos, desde el lanzamiento del álbum “Vida” de Sui Generis, 1972, y luego de pasar por La Maquina de hacer Pájaros y Serú, ya era hora de pensar en su primer disco solista.

Y la propuesta fue comenzar a trabajar en canciones que habían quedado de la etapa del supergrupo anterior. Con esa idea, llenó su nueva casa, de teclados, sintetizadores, máquina de ritmo y guitarras.

 

Solo él y su creatividad, la producción de planteaba cambiar un poco el sonido, acercarse a las novedades que llegaban de los mercados más fuerte, y realizar un trabajo puramente artesanal.

Solo convocó la baterista Willy Iturri como único músico fijo para todos los tracks así “Yendo de la Cama al Living”, ese disco bisagra en su carrera comenzó a tomar forma.

El álbum se edito en la Argentina el 28 de octubre de 1982 y marcó un antes y despuén el carrera musical del ex Sui Generis

Así después de las batallas finales en Malvinas y la rendición, todo estaba listo para entrar a los estudios para grabar esta obra, mientras afuera, en la ciudad, en el páis la Dictadura comenzaba su retira tras 6 años de sombras, muerte y represión.

En junio y julio , con Amílcar Gilabert como ingeniero, se grabaron esas 8 obras maestras del nuevo Charly, en una etapa de letras lucidas, precisas y un sonido que anunciaba una modernidad que se acercaba.

Pero no estuvo tan solo, era Charly que construía su primera obra maestra en solitario y una selección nacional lo quería acompañar. Así, infaltable, llegó Nito Mestre para acompañarlo en voces con “Superhéroes”, aquella de “No pasa nada, nadie pasa, solo una banda militar, desafinando el tiempo y el compás…”.

Para el tema que abría el lado B, “ Yo no quiero volverme tan loco”, Charly tenía un invitado “desconocido” para el gran público, un tal Ricardo Gómez que tenía la voz muy parecida a León Gieco, quien no se quería perder la oportunidad de cantar con su amigo, y por razones de contratos entre discográficas no podía figurar en ellos créditos… “Escucho un tango y un rock y presiento que soy yo, Y quisiera ver al mundo de fiesta, Veo tantas chicas castradas y tantos tontos que al fin, Yo no sé si vivir tanto les cuesta…decía García en toda una postura de esos días de cambios.

Para ese divertimento maravilloso que fue la canción “Peluca Telefónica”, se construyó casi una delantera perfecta con Charly, Pedro Aznar y un amigo de la casa, Luis Alberto Spinetta. Una joyita donde se sintió el placer de experimentar y pasarla bien en un estudio…”Cortéenla, déjennos vivir en paz,  sáquenla, sáquenla un poquito..,gritaron los 3.

Al flaco Spinetta le pidió otra colaboración, hasta necesaria para ser parte del disco, un solo de viola sintetizada inolvidable en el final de la canción… “Todos podemos perder, todos podemos ganar, Entre las sogas del circo y las tijeras del mal, No quiero olvidarme de hablar…”, y vaya si no lo hizo.

El álbum tiene además ese himno para toda una generación pre Democracia que fue “Inconsciente colectivo” donde todos comenzábamos a aprender a “mamar la libertad”, también “Canción de dos por tres” que tiene aún el sonido puro de Serú Girán, donde el García, hombre, se pregunta…”Yo me pregunto entonces, si aún estarías aquí, cuando yo no era nadie, y no tengo plata en el bolsillo…”.

Los otros dos hits de esta maravilla fueron la emblemática “No Bombardeen Buenos Aires”, rogando que esas bombas no caigan en su nuevo y mítico refugio de Santa fe y Coronel Díaz recién comprado, y el que da nombre al disco, otra postura donde nos cuenta que ya era una etapa de soledad y madurez, aunque haya que empezar todo de cero, en un encierro necesario…”Puedes ser un gran campeón Jugar en la selección Y no tienes un poquito de amor para dar.

Esta obra maestra se edito en disco doble con la banda sonora de Pubis Angelical acompañando, y fue récord de ventas en menos de 30 días, lo que llevó a programar un concierto el 26 de diciembre en el estadio de Ferro Carril Oeste.

Charly, destinado a marcar hitos, fue el primer rocker nacional en llenar una cancha de fútbol, en una noble llenar de energía y producción, aquella del bombardeo al final de la escenografía de Buenos Aires, diseñada por Renata Schussheim, pero eso ya fue otra historia.

Son cuatro décadas de un hito, del momento que Charly quiso ser solamente García y comenzar en los 80s a construir una etapa única en el rock nacional y su trayectoria.

Eran tiempos donde Charly le puso a la música, mucho talento, cambios y el cuerpo. De esa García jamás se escapaba.

“No entiendo los que hacen Lo mismo que yo hice ayer Pero como hasta ahí nomás Como viviendo en el pasado…

 

 

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