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CUANDO LA MAFIA MANDÓ A MATAR A CARLOS GARDEL

Por Roberto Blanco Macor

Fue su cumpleaños más angustioso. Empezó con copas y festejo y terminó con un balazo en el pulmón que lo acompañó hasta su muerte, 20 años después.

La noche que Carlos Gardel comenzaba a festejar su cumpleaños 25, nadie podía imaginar que acabaría la noche internado en grave estado en el Hospital Ramos Mejía.

La noche del 10 de diciembre de 1915 había terminado , como desde hacía una semana , una función de “Juan Moreira” que presentaba un elenco importante encabezado por el actor Elías Alippi, Pepe Petray y Blanca Podestá, en el Teatro San Martín, de esmeralda al 200.

Gardel actuaba con su compañero Razzano en unos de los actos de la obras cantando canciones gauchescas.

Ya habían organizado con su amigo Alippi y dos compinches más concurrir al “Palace de Glase” para comenzar a festejar el cumpleaños.

La “historia oficial” gardeliana evita las explicaciones que clarifiquen el hecho y se habló de una pelea por “roces de la noche” n la pista de baile, y una agresión fuera del espacio, en la calle, donde Gardel por defender a Alippi recibe un disparo casi mortal.

Sin embargo había otra historia. El Zorzal mantenía una relación intima con una madama de la noche porteña: La Ritana, quien era dueña de un cabaret en Viamonte y Uruguay, donde el dúo Gardel-Razzano actuaba muy seguido, producto de esa intimidad.

Además, La Ritana, les había conseguido poder actuarr en el Armenonville, un lujoso restaurante concert, ubicado en la avenida Alvear y Tagle.

Qué el Morocho tenía como amante a la mujer lo sabía todo el mundo de la noche, y como siempre hay uno que se entera mucho después

La mujer tenía marido, y era nada más y nada menos que al dueño del Cabaret “Chanteclar”, Juan Garesio, quien además era un miembro importante del hampa de Buenos Aires.

“Con mi mina nadie se mete”, cuentan que se le escuchó decir a Garesio que mando a dos de sus matones a asesinar al cantor.
La pelea comenzó en el “Palace” y cuando Gardel entendió que la mano venía pesada se fue del lugar pero fue seguidos con tres choches que le dieron alcance en la esquina de Avda Alvear (hoy Libertador) y Agüero.

Allí, en plena noche y en medio de la calle fue baleado. En el Hospital , el médico que lo atendió evaluó donde estaba alojada la bala (pulmón izquierdo). Decidio no sacársela. “Es mucho riesgo” dijo el médico.

Díaz después, un poco más recuperado, Gardel decidió pedir protección por temor a un nuevo ataque. Conocía las reglas del juego de meterse con la mujer ajena.

El cantante recurrió a un amigo, Juan Ruggiero, que era otro pistolero del hampa que trabajaba como guardaespaldas del intendente de Avellaneda, Alberto Barceló.

Se conocían de largas noche de juegos en los garitos de Barceló donde Gardel concurría jugar, en la avenida Pavón al 200. Allí se forjó una gran amistad.

“Ruggerito” le dio una mano a su amigo y se reunión con Geracio con quién pactó “olvidar” lo sucedido con la mujer “porque el pasado ya no se puede cambiar” y prometió que Gardel se alejaría de la amante del hampón.

A los matones del dueño del “Chantecler” le habló directamente: “Lo vuelven a tocar y se meten conmigo. Acá habrá guerra”.

Para calmar las aguas, por casi dos meses Gardel fue “guardado” en un campo de Uruguay, y el cantante le quedó eternamente agradecido a Ruggiero y lo demostró actuando muchas veces en los mitines del Partido Conservador.

Esa amistad también le permitió en 1920, con la ayuda de Barceló, de poder tener su primer documento, que no podía obtener con algunos problemas con la ley en la Argentina y que necesitaba para comenzar a girar fuera del país con su socio Razzano.

El 21 de octubre de 1933, mientras Gardel estaba en Europa, Ruggierito fue asesinado en una emboscada en la puerta de la casa de su novia.

En el hampa las venganzas siempre llegan.
El Tango le dedicó uno , “Sangre Maleva”, grabado por Alfredo de Angelis con Oscar Larroca, donde cuentan una de sus aventuras asesinando a otro guapo del sur

La bala en su pulmón fue descubierta en su autopsia por los médicos colombianos que no sabían de este episodio, por los cual generó por un tiempo la sospecha de un tiroteo dentro del avión estrellado, algo que nunca sucedió

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