Escucha el audiolibro La Sombra de Dreinlar gratis en Español Latino
En La Sombra de Dreinlar, regresa el universo de El Demonio de Arbennios. Galwyn Galradab regresa a su hogar después de catorce años para asistir a las nupcias entre su primo, el heredero de Thadded, y la hija de uno de los señores más poderosos del reino de Altain. Sin embargo, el incremento en el patrimonio de su familia, la cantidad de mercenarios acumulados, la presencia de unos bandidos y la amenaza de un ladrón legendario le plantearán numerosas dudas y le harán temer por la estabilidad del feudo. Pronto, sus sospechas le llevarán a comprender que en Thadded se está urdiendo una conspiración que escapa a su control y que hará sacudir no solo su reino sino todo Dreinlar.
Descubre un mundo lleno de intrigas y conspiraciones
Sumérgete en un mundo lleno de intrigas, conspiraciones y misterios en La Sombra de Dreinlar. Acompaña a Galwyn Galradab en su lucha por descubrir la verdad detrás de la conspiración que amenaza con desestabilizar todo Dreinlar. ¿Podrá Galwyn desentrañar los secretos ocultos antes de que sea demasiado tarde?
No te pierdas esta emocionante historia de fantasía épica
Si te apasionan las historias de fantasía épica llenas de acción, misterio y traiciones, La Sombra de Dreinlar es el audiolibro perfecto para ti. Prepárate para vivir una aventura emocionante llena de giros inesperados y personajes inolvidables. ¡No te lo puedes perder!
¡No esperes más y disfruta ahora mismo del audiolibro La Sombra de Dreinlar de forma gratuita en Español Latino!
¿Sabias que tambien puedes escuchar estos Audiolibros Gratis?
- Guerrero (Nigromante)
- La granja humana
- El hombre ilustrado
- Klara y el sol
- Destello: La prisionera de oro 2
- Dioses de jade y sombra
- Los Hijos de Húrin
- The Sandman
- Sin alas: La esfera 1
- Rojo y en botella
- Black Water Sister
- Másters del multiverso
- El Señor de los Anillos 1: La Comunidad del Anillo
- La orden de los mimos. La era de huesos II
- Lavinia
- La prisionera de oro
- Orilla intranquila
- Alan Smithee no salvó el mundo
- Crónicas Marcianas